domingo, 6 de febrero de 2011

Divagaciones

Creí que no te lo había dado, y al descubrir que lo tenías, y que yo ya no lo podía recuperar, entonces lloré. Creo que lo fui perdiendo a trozos tan pequeños que ni siquiera me di cuenta.

Tal vez encuentre otro, pero tendría que robarlo, y yo nunca supe cómo se hacía.

También podría fabricarme uno... tengo aquí un montón de cosas con las que podría hacerlo, no sé, libros, películas, ropa vieja, perfume, algunos cedés.

Quizás un perro, o un gato, dicen que los animales ayudan.

"Mmmm... ¿se puede comer?"

Qué decir, podría quedar algo entre los restos de algún cubo de basura, pero tendría que ensuciarme las manos.

No sé.

Cuando vas a por un bocadillo de mortadela y un heraldo de algo en lo que ya no crees te golpea con su pregón en toda la cara, es molesto.

Cuando la insignificante visión de unas zapatillas es como una hostia desde un tercer piso, da que pensar.

Tendré que fijar mi atención en otras cosas.

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